CICLO II
HUELE A
CAFÉ, HUELE A ILUSIÓN
Súbase a un “Willys” y
diríjase a conocer esta tierra de gente echada pa’lante y con historia, eso sí,
prepárese una buena taza de café para acompañar este viaje
lleno de color y patria como los granos de este exquisito fruto.
El Eje
Cafetero es el destino que no puede faltar en las rutas de
Colombia, y es que, ¿quién se quiere perder este paisaje declarado por
la UNESCO como patrimonio de la humanidad? Por supuesto que
nadie, ante el mundo entero esta parte del territorio colombiano es la cara que
nos representa, la cara de un país pujante y con ímpetu.
La
riqueza del turismo en Colombia está patentada en el Eje
Cafetero, infinidad de parques, jardines botánicos, aguas termales y
hasta nevados son los atractivos que no se puede perder, es que como dirían sus
habitantes para referirse a una gran cantidad de objetos; esto es un “yipao” de
aventuras.
Recorra
de cabo a rabo todos los pueblos turísticos; Santuario, Belén de
Umbría, Quimbaya, Montenegro, Aguadas, Salamina y Pijao, no se va a
arrepentir y por el contrario, querrá que su estadía se prolongue.
No es
fácil despreciar a una noble vecina brindándole un irresistible tinto al
despertar, porque si en esta región abunda el café, la
calidez, sencillez y nobleza de su gente se encuentran en cada calle de los
pueblitos que comprenden la embajada cafetera.
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